Mariscal Tito: el yugoslavo que donó el cemento para la construcción del estadio Sokol en Antofagasta

  • Junto con la región de Magallanes, la de Antofagasta son las zonas donde predominan los croatas y exyugoslavos. Quizás por eso, Josip Broz Tito envió los materiales de construcción a la colonia predominante en el norte de Chile.

Inaugurado en 1966, el estadio Sokol de la capital regional, emplazado en las intersecciones de calle Esmeralda con esquina 21 de Mayo, constituye no solo uno de los principales recintos deportivos de esa ciudad, sino que también es el bastión de la comunidad croata.

No obstante, para que este gigante de concreto fuese posible, los originarios de la península de los Balcanes que residían en la ciudad comenzaron a mover recursos, campañas y esfuerzos desde la década del 20 para ejecutar la obra.

Y uno de los principales colaboradores de la causa que hicieron posible esta construcción fue el mariscal Josip Broz Tito, militar y líder de la segunda (ahora ex) Yugoslavia, país el cual gobernó con puño de hierro desde 1953 hasta su muerte en mayo de 1980.

Estadio Sokol Antofagasta

El Estadio Sokol (halcón, en lengua croata) fue una iniciativa de los residentes llegados de Croacia a Antofagasta, pero es preciso explicar que, para los años de su construcción, este país era parte de lo que hasta la década del 90 era conocido como Yugoslavia.

Quien gobernaba este país era el mariscal Josip Broz Tito, uno de los principales líderes políticos del siglo XX quien se caracterizó por mantener unido a una nación cuyas divisiones étnicas y religiosas lo llevaron a ser conocido como el “polvorín” de Europa. Solo cabe mencionar que, a la muerte de Tito, Yugoslavia se escindió y dio paso a las actuales Croacia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro, Kosovo y Macedonia del Norte.

Y siendo Antofagasta uno de los principales puntos de residencia de habitantes de dicha región (antes, conocida como Dalmacia) en América Latina , cuando la directiva croata en Antofagasta realizó gestiones y le hizo conocer al mariscal la iniciativa de construir un estadio, Josip Broz no se hizo problemas y donó más de seis mil sacos de cemento.

La donación de Tito siendo recibida por dirigentes del Sokol
La donación de Tito siendo recibida por dirigentes del Sokol. Créditos: Don Caliche

Sobre este hecho, el periodista e investigador antofagastino Isidro Morales Castillo, en una publicación escrita para el Mercurio de Antofagasta en agosto del 2015, cuenta que “la idea de construcción del recinto de calle Esmeralda nació al interior de la colectividad eslava, que entonces se cobijada bajo la federación yugoslava. Un grupo de estos inmigrantes radicados en Antofagasta fundaron el 1 de diciembre de 1927 el Yugoslavenski Sokol, club deportivo y social que, con el correr de los años, se convirtió en orgullo del deporte local (…) Una crónica de El Mercurio de Antofagasta del jueves 26 de mayo de 1949, precisaba que durante mucho tiempo la naciente institución bregó para que su brillante carrera netamente deportiva tuviera en el campo de las realidades, el espaldarazo necesario al poseer cancha propia”.

Por lo anterior, “el estadio fue inaugurado en 1966 con ocasión del campeonato mundial extraordinario de básquetbol en que el club entregó a la ciudad el estadio totalmente terminado. En él destaca la techumbre con forma de arco parabólico con 53 metros de luz, en la que se utilizaron 50 toneladas de fierro, además del marcador electrónico. En el proceso de construcción hay un hecho destacado: el líder de la desaparecida federación yugoslava, mariscal Josip Broz Tito, donó seis mil bolsas de cemento como aporte a la terminación del moderno estadio”.

Orgullosos

Este hecho no es desconocido para la comunidad croata residente en Antofagasta, inclusive en el hall principal del recinto deportivo, en un collage donde muestra los hitos de la inauguración del estadio, aparece una foto de la directiva de aquel tiempo encabezada por Dinko Franulic y Nicolás Soljan recibiendo el cargamento de cemento enviadas por Tito en el muelle histórico.

Sobre este hecho, el presidente del Club Sokol de Antofagasta, Tomislav Papic, dice que “es una gran gestión la que se hizo, porque no solo nos benefició a nosotros como Sokol, sino que a toda la ciudad. Fue una gran obra, de la cual estamos orgullosos”.

Tomislav Papic, presidente del Club Sokol de Antofagasta, está feliz con la donación del mariscal Tito.

El mariscal Tito de Yugoslavia era realmente poderoso. Hasta Stalin, líder de la URSS entre 1922 y 1953, le temía.

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