Oficina salitrera Pedro de Valdivia

La Oficina Salitrera Pedro de Valdivia fue la última en ser construida y en cerrar en Chile. Ubicada en el llano de la Paciencia, en la zona del cantón de El Toco, a unos 60 kilómetros al este de Tocopilla, y 160 de Antofagasta, esta oficina fue inaugurada en 1931 y operó hasta 1996, siendo testigo de la historia y la cultura de la pampa salitrera.

En este artículo te contaremos algunos aspectos relevantes de esta oficina, que hoy es un monumento nacional y un patrimonio vivo de la memoria pampina.

Pedro de Valdivia es monumento nacional. Créditos: Eduardo Banderas G.

El sistema Guggenheim

La Oficina Salitrera Pedro de Valdivia perteneció a la empresa Lautaro Nitrate Co. Ltd, que en 1924 compró al Fisco chileno los terrenos del salar del Miraje. Allí construyó dos oficinas salitreras: María Elena y Pedro de Valdivia, que fueron las más grandes y modernas de la época.

Estas oficinas operaban con el sistema Guggenheim, que consistía en una alta mecanización del proceso de producción, lo que permitía recuperar el doble del salitre contenido en el caliche (roca salina). Este sistema requería de una gran cantidad de mano de obra y energía eléctrica, por lo que se construyeron plantas termoeléctricas y se contrataron miles de trabajadores.

La producción conjunta de María Elena y Pedro de Valdivia llegó a ser de 1.220.000 toneladas al año, lo que representaba el 40% de la producción nacional de salitre.

La vida en la oficina Pedro de Valdivia

La Oficina Pedro de Valdivia fue una verdadera ciudad en medio del desierto, que contaba con todos los servicios necesarios para el bienestar de sus habitantes. La oficina tenía un plano en forma de L, con una plaza central rodeada de varios edificios públicos, como la iglesia, el cine-teatro, el hospital, el correo, la pulpería y las oficinas administrativas.

Así era la vida en «Pedro». Créditos: María Elena.

Además, disponía de canchas deportivas, piscina, clubes sociales, carabineros y un cementerio. La población llegó a ser de 14 mil habitantes, divididos en residencias para solteros, administradores y familias de obreros.

La vida en la oficina estaba marcada por el trabajo, pero también por la recreación y la cultura. Los trabajadores participaban en actividades deportivas, artísticas, religiosas y políticas. También se celebraban fiestas y carnavales, donde se expresaba la diversidad cultural de la pampa.

El cierre y el patrimonio

En 1968, la Oficina Salitrera Pedro de Valdivia pasó a ser propiedad del Estado chileno, bajo el control de Soquimich (SQM). Sin embargo, debido a la crisis del salitre y a la competencia de los fertilizantes sintéticos, la oficina entró en decadencia y cerró definitivamente en 1996.

El cierre implicó el traslado de toda la población a María Elena y el abandono de las instalaciones. Sin embargo, gracias al esfuerzo de los exhabitantes y de las organizaciones culturales, se logró declarar a Pedro de Valdivia como monumento nacional en 1996.

Desde entonces, se han realizado diversas iniciativas para preservar y difundir el patrimonio histórico y cultural de esta oficina. Una de ellas es la Guía Patrimonial: Testimonios y huellas del pasado de la ex Oficina Salitrera Pedro de Valdivia, que recoge los relatos y las fotografías de los ex pampinos. La puedes descargar gratis aquí.

La Oficina Pedro de Valdivia es un testimonio vivo de la historia y la cultura de la pampa salitrera, que merece ser conocido y valorado por todos los chilenos.


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