Emplazado frente a la escuela D-7 ‘Carlos Condell de la Haza’ de Tocopilla, se encuentra la torre del reloj de la exoficina Coya Sur, vieja salitrera distante a siete kilómetros de María Elena que operó bajo el sistema de extracción Shanks.
La estructura fue comprada con fondos recaudados de una colecta pública de los mismos trabajadores a Inglaterra, donde fue enviada por piezas y ensamblada en 1912 sobre el pórtico del mercado (pulpería) de la oficina, siendo el ornamento más emblemático del lugar.
Esta torre hecha completamente de pino oregón, que sobrepasa los 15 metros, tiene como característica su pináculo de estilo arábigo, ostentando además dos niveles. El reloj marcaba el mediodía con un característico sonido que hoy ya no produce.
Traslado del reloj
En 1974 dejó de funcionar la compañía de Coya Sur y se dispuso su cierre. Para ese entonces, la empresa SQM, propietaria de la exoficina, donó el reloj a la comuna de Tocopilla, tarea que se ejecutó en 1983 siendo cuidadosamente desmontado y trasladado al puerto.
Fue finalmente inaugurado en su nuevo destino el 29 de septiembre de 1984, día del 141 aniversario de la comuna bajo la administración del entonces alcalde Casimiro Busanich.
La torre fue ensamblada en la esquina de avenida Arturo Prat con calle Manuel Baquedano. Esta obra contempla una placa que reza “reloj, símbolo minero de la pampa salitrera. Marcó la hora infinita en la oficina de Coya Sur”. Además, a su alrededor se construyó una pequeña plaza en cuyas esquinas fue delimitada por cuatro grandes piedras de caliche, representando cada una de éstas a las oficinas de María Elena (exCoya Norte), Pedro de Valdivia, José Francisco Vergara y la propia Coya Sur.
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