El ministro de guerra que planificó la primera campaña terrestre del conflicto

  • Rafael Sotomayor sucumbió ante un ACV seis días antes de la batalla de Tacna, la  cual quebró la alianza entre Perú y Bolivia. En Don Caliche te contamos los detalles de este suceso.

Rafael Sotomayor Baeza fue el ministro de guerra comisionado durante la primera etapa de la Guerra del Pacífico (1879-1884). De oficio abogado, tuvo que asumir la organización y el abastecimiento  de las tropas chilenas que fueron enviadas al norte al iniciar el conflicto.

Designado como el artífice de las estrategias por el presidente de Chile en ese entonces, don Aníbal Pinto Garmendia, Rafael no solo se entregó a la laboriosa tarea de planear y ejecutar las acciones logísticas y estratégicas de la guerra, sino también a tratarse con el generalato que lo encontraba un mero civil inmiscuido en cosas de militares, motejado en ese entonces por los oficiales con el despectivo alias de “cucalón”.

Pero Rafael fue un hombre de acción. Su hermano, Emilio, fue militar y estuvo a cargo del desembarco que llevó a 200 soldados chilenos a ocupar Antofagasta la mañana del 14 de febrero de 1879.

Además, Rafael en su juventud viajó a California durante la fiebre del oro para hacerse de riquezas y -de regreso en Chile- medró una exitosa vida como abogado, llegando a ser juez de letras en Concepción, intendente de Concepción (entre 1853 y 1859) y ministro de Hacienda bajo la presidencia de Aníbal Pinto entre 1876 y 1877.

Pero toda esta vida de éxitos profesionales y políticos la tuvo que poner a prueba al iniciar la guerra entre su país contra la alianza de Perú y Bolivia.

Campaña de Tarapacá

Tras la captura del monitor Huáscar en octubre de 1879, Sotomayor entró en acción para organizar -en conjunto con el alto mando militar bajo la comandancia de Erasmo Escala- lo que la historiografía tildará como la Campaña de Tarapacá, la que llevó a Chile a arrebatarle dicha región al Perú.

Según explica a DonCaliche.com el investigador histórico Rafael Mellafe Maturana, autor de libros como ‘Ecos de la Guerra del Pacífico’, ‘Y alguien gritó… ¡Al morro muchachos!‘, ‘Las batallas por Lima‘ y otras tantas, Sotomayor Baeza jugó un rol preponderante en esta campaña, aunque no estuvo en la primera línea dado que no fue militar.

“Primero, Sotomayor fue el vínculo entre el Ejército y la administración del presidente Pinto. Los militares no veían con buena cara la intromisión de civiles en ámbitos que los consideraban privativos del Ejército o Armada, pero este hombre sencillo, franco y llano supo ganarse la confianza de casi todos los oficiales y por tanto la comunicación del gobierno con el Alto Mando fue expedita (bueno, a veces no). También Sotomayor fue el artífice de la organización administrativa y logística de las Campañas. Por ejemplo: nadie sabía cuánta agua necesitaba un soldado para marchar por el desierto, ya que toda la información que se tenía era de las campañas contra los mapuches en el sur, donde hay agua a raudales, pero en este caso era todo lo contrario”, explica Mellafe.

Por lo anterior, el investigador histórico agrega que “por pruebas empíricas, llegó a la conclusión de que los soldados necesitaban 2.5 litros de agua al día y los caballos y mulas, 12 litros. Organizó junto con oficiales de la Armada y del Ejército, la carga de los buques para el desembarco en Pisagua (2 de noviembre de 1879) utilizando lo que hoy conocemos como LIFO que permitió no perder tiempos en bajar los bastimentos a tierra. Esto, más un largo etcétera”.

Campaña de Tacna y Arica

Para cuando la región de Tarapacá ya estaba asegurada (incluso después del desastroso revés sufrido en la batalla del mismo nombre) Sotomayor y el alto mando -que desde abril de 1880 estaría dirigido por el general Manuel Baquedano- planearon la gran batalla.

En este respecto, cabe mencionar que fue Sotomayor quien recomendó a Baquedano como comandante en jefe al presidente Pinto, luego de verlo en acción durante la batalla de los Ángeles (22 de marzo de 1880) en donde notó el buen  ánimo que este oficial levantaba en la tropa.

La próxima gran batalla llevaría al Ejército de Chile a enfrentarse de lleno contra la alianza de Perú y Bolivia en las afueras de Tacna. Sotomayor tuvo que planificar no solo el ataque, sino también el desembarco de la artillería y su transporte hasta las arenosas planicies de Tacna.

Los cañones, cureñas y municiones tuvieron que ser remolcados vía tracción de cuerdas desde los acantilados del distrito de Ite (Perú) hasta Tacna. Esta magna tarea no fue solo planificada por Sotomayor, sino que él mismo se unió a los marinos para entregarse al trabajo físico de arrastrar las pesadas piezas de artillería.

Sotomayor a esa altura estaba cansado. No solo cargaba con el peso (físico y psicológico) de la maquinaria bélica sobre sus espaldas, sino que tuvo que soportar enconados ataques políticos y personales de diversos adversarios. Para peor, su hija adolescente falleció en Santiago mientras él dirigía la guerra en el norte.  Dimitió, pero su renuncia no fue aceptada. Volvió a su trabajo.

La muerte de Rafael Sotomayor, a raíz de un accidente cerebro vascular.

Ocupando ya el ejército de Chile el distrito de Sama (Tacna) habiendo levantado sus tiendas de campaña y disponiendo su artillería para el combate, Sotomayor hablaba poco y se le veía cansado. Un día antes de conmemorar el primer aniversario del Combate Naval de Iquique, los oficiales prepararon un almuerzo en el que participó el ministro, pero apenas probó su cazuela.

Al rato se excusó entre los presentes, se levantó de la mesa y se dirigió a su tienda, pero antes de llegar cayó de bruces en la arena. Los soldados le asistieron pero ya era tarde. El doctor de campaña diagnosticó que Sotomayor sufrió de una “congestión cerebral”, lo que hoy en día llamaríamos un accidente cerebro vascular (ACV). Era el 20 de mayo de 1880. Tenía 56 años.

Conmoción

Paradójicamente, su muerte ocurrió seis días antes que Chile quebrara la alianza de Perú y Bolivia en la batalla de Tacna (o Alto de la Alianza) acontecida el 26 de mayo de 1880 en las afueras de Tacna. Tras la victoria chilena, Bolivia dejaría de combatir en la guerra, dejando solo a Perú en el frente.

Sotomayor, uno de los principales artífices del diseño de aquella batalla murió sin enterarse del desenlace. El mencionado historiador, Rafael Mellafe Maturana, cuenta que “sin duda que es paradójico que falleciera un día antes del primer aniversario de la Batalla Naval del 21 de mayo y solo seis días antes que la gran batalla de Tacna, la que él junto con Baquedano y tantos otros, ayudó a planificar”.

Por lo demás, sobre el gran valor de este ministro en tiempos de guerra, Mellafe Maturana agrega que “creo que don Rafael Sotomayor Baeza es el máximo héroe civil de la Guerra del Pacífico ya que él estableció las bases para la correcta organización administrativa de una contienda que se desarrollaba a miles de kilómetros del centro del poder en Santiago. En cuanto a su reconocimiento, sin duda que Sotomayor está en un segundo plano porque no se le da la real importancia que tuvo. Por supuesto que no se puede comparar con los grandes héroes militares como Baquedano, Prat, Condell, Carrera Pinto, etc., está en un segundo lugar junto con Lynch ya que su labor no fue tan ‘épica’ como los que participaron en batalla. Sin embargo, es impresionante la cantidad de calles que llevan su nombre y colegios que también lo hacen, pero concuerdo que habría que elevarlo a un sitial superior al que tiene en nuestra memoria colectiva”.

Rafael Sotomayor y la Guerra del Pacífico (Chile, Perú y Bolivia)

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