Fritz Haber, el químico que quebró la industria del salitre en Chile

  • El alemán también es sindicado como el padre de las armas químicas, que hicieron su debut gracias a su contribución en la I Guerra Mundial.

Durante la década de 1920, la hasta entonces lucrativa industria del salitre en Chile entró en una recesión de la cual no se recuperó jamás. En 1922 paralizaron 91 de las 134 oficinas salitreras que operaban en las provincias de Tarapacá y Antofagasta.

La producción de nitrato se redujo de 2,5 millones de toneladas métricas (vendidas a 45 dólares por tonelada, empleando a 60 mil trabajadores) en 1925, a solo 800 mil toneladas en 1934 (a un precio de 19 dólares por tonelada, empleando a poco más de 14 mil trabajadores).

Fritz Haber, químico alemán.

Para 1930, la crisis era total. Dentro de sus efectos produjo la caída de un gobierno (la de Arturo Alessandri Palma en 1924) y generó una masiva migración de familias desde el norte hacia Santiago y las provincias del sur. Uno de los causantes de esta situación fue un químico galardonado con el Nobel por crear una solución más económica para fertilizar las cosechas, ¿Quién? Fritz Haber.

Químico polémico

Fritz fue un químico alemán quien junto con su compañero Carl Bosch, inventaron en 1909 un método para fertilizar artificialmente los campos a través del nitrógeno, logrando efectivas cosechas a un bajo valor de producción.

Desde 1904, Fritz Haber junto a su colega, ambos académicos de baja estofa de la universidad de Karlsruhe, invirtieron seis años de investigación en dar con esta fórmula de fertilización, en donde descubrieron que combinando nitrógeno e hidrógeno a alta presión y temperatura, dividían el nitrógeno diatómico, generando el amoniaco

Este descubrimiento generó que el llamado “pan del aire” (al sacar el nitrato para la fertilización del aire), los agricultores cosecharan cuatro veces más la cantidad de alimentos que antes producían, dando como resultado que la población de la tierra se cuadruplicara, y de paso, dándole un tiro a la pujante economía chilena de inicios del siglo XX, basada fuertemente en la exportación de salitre.

Esto porque, en plena guerra la flota inglesa al cortar las importaciones alemanas, impulsó a que los germanos se la rebuscaran con la invención de Fritz Haber para mantener a su población alimentada y también producir un sucedáneo del salitre para la manufacturación de sus municiones.

Por esta invención, Fritz Haber y Bosch fueron galardonados con el Nobel de Química en 1918, pero esta premiación estuvo llena de polémicas, dado a que el alemán también inventó armas químicas que fueron empleadas por su país durante la I Guerra.

Armas químicas

En la madrugada del jueves 22 de abril de 1915, las tropas francesas apostadas en Ypres (en Flandes Occidental, Bélgica), vieron con estupor cómo una nube verdosa se les aproximaba desde el frente alemán.

Cuando los gases llegaron hasta las trincheras aliadas, los soldados no podían respirar. A los 30 segundos cundió el pánico y la tropa comenzó a desesperarse ante la impotencia de sentir cómo sus gargantas se quemaban y se les hacía imposible respirar. A los 10 minutos estaban todos muertos con ojos amarillentos y abiertos, escurriendo espumarajos por sus bocas.

Guerra Química I Guerra Mundial

Esta fue la primera vez que se empleó gas venenoso por parte de los alemanes en la guerra. ¿El inventor? Nuestro Fritz Haber, quien fue reclutado por el ejército alemán para desarrollar nuevas armas efectivas para emplearlas contra los adversarios.

Fritz dijo ante los cuestionamientos de sus inventos en la guerra: “En tiempos de paz, un científico pertenece al mundo, pero en tiempos de guerra pertenece a su país».

Los cuestionamientos a Fritz Haber ni siquiera venían solo de sus colegas, sino también de su familia, por ejemplo, de su primera esposa, Clara Immerwahr, quien también se doctoró en química. La mujer, tras el ataque de Ypres, se suicidó de un tiro el 2 de mayo de ese mismo año y aún se desconocen las causas exactas de su muerte. Tenía 44 años.

Final

Fritz Haber consiguió una segunda esposa, pero su hijo nacido en relación con la primera, también se suicidó, se dice que también lo hizo porque sentía vergüenza de ser vástago del inventor de las armas químicas.

Fritz Haber y la guerra química

El químico alemán logró resultados con sus experimentos tanto en lo social como en lo mortal, que fue galardonado por el mismísimo Kaiser Guillermo II de Alemania, una especie de Hitler, pero de la I Guerra.

Fritz tras la guerra intentó buscar oro del agua de mar, pero no lo logró, o al menos no como él quería. Comenzó con otras investigaciones, pero no tuvo apoyo de la comunidad académica por su contribución a la guerra química.

El químico finalmente muere de una insuficiencia cardíaca en enero de 1934 a los 65 años. Su figura hasta hoy sigue siendo controvertida entre quienes fueron sus colegas. En Chile, más allá de sus resultados mortales, pasó a ser conocido como uno de los artífices del fin de la era dorada del salitre.


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